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CX2SA > LU-DX 04.01.08 04:19l 103 Lines 5860 Bytes #999 (0) @ LATNET
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El Cofre de los Recuerdos
Cuando la historia se va por las ramas
Los Argumedo-Silva, una familia originaria de Mendoza.
El vertiginoso ascenso social de los descendientes de dos esclavas. El
improbable pero verosˇmil parentesco entre Roberto Fontanarrosa y Cristobal
Col˘n. La historia de las primeras familias que poblaron Rosario, y de las que
les siguieron. Los Montserrat, los Palenque, los G˘mez Recio, los Montenegro
(ascendientes de Santiago), los Lamarque. Son algunas de las perlas que se
traen los genealogistas rosarinos, una cofradˇa de exploradores que a fuerza
de rastrear partidas de nacimiento y matrimonio, actas parroquiales,
bautismos, certificados de defunci˘n, testamentos, sucesiones y cuanto
documento se les cruza, han llegado a dilucidar parte de la historia rosarina
a trav‚s de la trayectoria de sus apellidos y linajes. Agrupados en el Centro
de Estudios Geneal˘gicos e Hist˘ricos de Rosario, unos 40 especialistas en
esta disciplina trabajan en la ciudad tratando de desandar el tiempo y armar
rboles que llegan a la colonia, la esclavitud y, por supuesto, a Europa.
Concebida como una disciplina auxiliar de la historia, la ? genealogˇa es el
estudio y seguimiento de la ascendencia y descendencia de una persona o
familia, aunque tambi‚n se llama de esta forma al documento que registra ese
estudio, generalmente expresado como rbol geneal˘gico. "Hay quienes la
conciben como una ciencia, y tienen sus argumentos, desde que esta disciplina
tiene su objeto y su m‚todo, pero nosotros preferimos mantenernos al margen de
este debate bizantino, y hablamos de disciplina a secas", aclara RaŁl Alfredo
Linares, presidente de la instituci˘n.
"Lo que sˇ es seguro es que se trata de una disciplina que ? sirve mucho a
otras ciencias, como la sociologˇa, la demografˇa, la economˇa y por supuesto
la historia", agrega Linares.
El origen del Centro se encuentra en un grupo de estudiosos ? que venˇa
trabajando en forma aislada, por "cuenta y riesgo propio" como les gusta
decir. Algunos lo hacˇan en forma particular, otros en equipo, y en general
todos habˇan empezado por motivaciones personales, indagando sobre sus propias
historias. Poder compartir experiencias y fuentes les result˘ fundamental.
"Circunstancialmente nos conocimos y como siempre al tener ? intereses
comunes nos dimos cuenta de que era importante unirse. Al hablar de intereses
comunes hablamos, menos de temas econ˘micos, de todo lo que hace a nuestros
trabajos, sobre todo en lo inherente al intercambio de fuentes", dice Carlos
Marˇa Almeyda, vocal del Centro, aunque Marˇa Margarita Guspˇ Ter n (directora
y, como los otros dos, fundadora) agrega otro factor que no todos entenderˇan:
la presencia de alguien que escuche. "Y sˇ, en cada familia somos el bicho
raro. Uno est emocionadˇsimo porque encontr˘ una partida de matrimonio del
siglo XVIII donde se revela el lugar de nacimiento de un cuarto o quinto
abuelo. ¨Qui‚n se va a emocionar si no es otro genealogista?", se pregunta.
El Centro se fund˘ en octubre de 2002, ofrece informaci˘n a ? trav‚s del
portal http://www.genealogiaderosario.com.ar <, y anualmente publica un
boletˇn con las investigaciones de sus integrantes. La agrupaci˘n no tiene
fines de lucro, no trabaja por encargo ni hace servicios a terceros. Cada
genealogista investiga lo que le resulta atractivo, y eventualmente puede
asesorar a algŁn interesado, que inicie un estudio, insisten, "por cuenta y
riesgo propio".
Fundamentalmente les interesa el estudio de las familias ? rosarinas,
"cualquiera sea su origen", ya sean inmigrantes de los siglos XIX o XX,
criollas o extranjeras, conquistadoras y pioneras, sin necesidad de que sean
notorias. "Suelen ser m s atractivas las genealogˇas de familias que tienen
muchos a¤os, o que son m s conocidas", dicen, pero no hacen distinciones.
Las fuentes y las formas
Todo lo que se estudia se documenta. Y si no se puede, queda ? especialmente
aclarado que se trata de informaci˘n no documental, basada en tradici˘n oral,
quiz s imposible de confirmar, y en tal caso se plantea como hip˘tesis.
¨Las fuentes? M s que nada provienen de los registros ? parroquiales. "Cuando
uno comienza a hacer genealogˇa, es probable que para las generaciones m s
recientes sirva la informaci˘n del Registro Civil, pero a poco de andar ya es
necesario recurrir a las fuentes parroquiales", dice Linares. "Para nosotros,
cien a¤os no son nada", agrega Almeyda.
Entonces empieza el rastreo de los certificados de ? nacimiento, bautismo,
matrimonio y defunci˘n, testamentos, sucesiones, mensuras, litigios. "Hay
libros parroquiales que son muy interesantes y a los que no siempre se puede
acceder. Son informaciones matrimoniales y de soltura, las que se usaban
cuando algŁn candidato a casarse tenˇa que alegar la libertad de poder
hacerlo, es decir, que no habˇa estado casado antes, algo que se probaba con
testigos. Esto aportaba datos de gente que era del mismo pueblo", cuenta
Almeyda.
Los genealogistas suenen realizar un trabajo de ? trascripci˘n de las
fuentes, para que puedan estar al alcance de otros investigadores. "Es que no
siempre los trabajos son geneal˘gicos, sino que se compilan fuentes, o se
hacen estudios demogr ficos, como la relaci˘n entre amos y esclavos en la
zona", comentan. En general las investigaciones terminan en Europa, aunque en
algunos casos a esta instancia se llega despu‚s de rastrear varias
generaciones. "Por supuesto que todos empezamos ac , no hacemos genealogˇa de
familias europeas, ni de familias tradicionales de Buenos Aires, salvo que
est‚n relacionadas con algŁn apellido local", aclaran.
Tal es la importancia que le asignan a las fuentes, que el ? pr˘ximo boletˇn
(en rigor, un libro de 300 p ginas) viene con un CD donde se va a poder tener
acceso a distintos expedientes.
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