OpenBCM V1.08-5-g2f4a (Linux)

Packet Radio Mailbox

IZ3LSV

[San Dona' di P. JN]

 Login: GUEST





  
CX2SA  > LU-DX    30.12.07 23:17l 175 Lines 9633 Bytes #999 (0) @ LATNET
BID : 26489-CX2SA
Read: GUEST
Subj: Escuchas y Comentarios 344 3/7
Path: IZ3LSV<IW2OAZ<CX2SA
Sent: 071221/0459Z @:CX2SA.LAV.URY.SA #:26489 [Minas] FBB7.00e $:26489-CX2SA
From: CX2SA@CX2SA.LAV.URY.SA
To  : LU-DX@LATNET


El Cofre de los Recuerdos

Radio Club Rosario: los artesanos de la comunicaci¢n
"Nos fascina la comunicaci¢n por la comunicaci¢n misma", explican los
radioaficionados.

Hoy la imagen puede resultar algo risue¤a. Sin embargo es adecuado remontar un
vuelo imaginario hacia el anochecer del 27 de agosto de 1920 y posar por un
instante la mirada sobre la terraza del Teatro Coliseo de Buenos Aires. Esa
noche, entre las 21 y la medianoche, el m‚dico y radioaficionado Enrique
Susini junto a sus tres amigos, C‚sar Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel
Mujica, lograron emitir la ¢pera Parsifal constituyendo de esa manera la
primera transmisi¢n radial del mundo. Al d¡a siguiente, una cr¢nica firmada
por el cr¡tico musical Miguel Mastrogiani en el diario La Raz¢n titulaba: "Una
audici¢n llovida del cielo. Parsifal a precios popular¡simos"; y en uno de sus
primeros p rrafos dec¡a: "Anoche una onda sonora ondul¢ vermicular por el
espacio, como cubriendo con su sutil celaje de armon¡as la ciudad entera".

Enrique Susini hab¡a estado un a¤o antes en Francia interesado por los equipos
transmisores utilizados por el ej‚rcito galo durante la Primera Guerra
Mundial. De aquel viaje, Susini trajo a la Argentina algunas v lvulas Path‚,
con las que arm¢ un precario equipo. De esa manera cre¢ junto a sus amigos LOR
Sociedad Radio Argentina y acord¢ con los due¤os del Coliseo colocar una
peque¤a antena en la terraza del teatro. A partir de ese d¡a pasaron a la
historia como los "Locos de la Terraza".

Aquella noche unas cincuenta personas escucharon la ¢pera en las pocas radios
de galena que exist¡an y el presidente Hip¢lito Yrigoyen coment¢: "Cuando los
j¢venes juegan a la ciencia es porque tiene el genio adentro".

Una historia local

La noticia no tard¢ demasiado en llegar a nuestra ciudad y el inter‚s por las
radiocomunicaciones comenz¢ a expandirse r pidamente. La curiosidad de los
rosarinos se acentu¢ un poco m s, debido a que los buques cerealeros que
amarraban en el puerto empezaban a mostrar las cl sicas antenas multifilares.
El entusiasmo fue creciendo al igual que la cantidad de m stiles y cables que
se levantaban en las azoteas, intentando captar las emisiones de Radio Sud
Am‚rica o Radio Cultura de la Capital Federal.

En diciembre de 1921 se funda el Radio Club Rosario, cuyo objetivo era m s
bien experimental y de estudio sobre los elementos radioel‚ctricos. Al no
estar reglamentada a£n la actividad del radioaficionado, el uso de las
potencias y de las frecuencias era discrecional, lo que provocaba
interferencias y trastornos en los pocos y selectivos receptores que hab¡a en
esa ‚poca.

Tres a¤os m s tarde comienzan a regir algunas normas m s bien precarias para
el funcionamiento de las estaciones de radioaficionados y se entregaron las
primeras licencias. Esto llev¢ a que el 25 de septiembre de 1927 se produjera
la segunda fundaci¢n del Radio Club Rosario, que inclu¡a la habilitaci¢n de
una estaci¢n dedicada a la radiodifusi¢n que funcionar¡a hasta 1930 y que
ten¡a la autorizaci¢n para emitir programas culturales que se enviaban a
trav‚s de la l¡nea telegr fica.

D¡as de radio

El sonido agudo de una interferencia no permite escuchar con transparencia la
lejana voz de fondo. El ingeniero electr¢nico Alfredo Angeletti mueve el dial
de frecuencias autom ticamente y los ruidos se apaciguan un poco. "Ahora estoy
entrando en una banda que se denomina de ochenta metros", explica mientras
toma el micr¢fono del equipo de transmisi¢n.

¨Break, break; LU8FDZ pide entrada ?dice Angeletti.

Hay unos segundos de espera y entre los ruidos de descargas se escucha a
alguien que dice:

Adelante Rosario, ac  transmite LU8 Radio Club Rafaela .

Buenas noches, estamos haciendo una especie de demostraci¢n para un invitado
que desea conocer sobre lo que trata la radioafici¢n. Un abrazo fuerte y
espero verlos pronto saluda Angeletti.

Con todo gusto, buenas noches para ustedes.

Los ruidos de fondo contin£an y se oye una multiplicidad de voces en el
parlante. "Esto es un comunicado; aparece uno, despu‚s otro y entonces te
pod‚s quedar tres o cuatro horas charlando y no par s", asegura el ingeniero.

Tres d¡as por semana en la sede del Radio Club Rosario, en la calle Zeballos
817, se re£ne un pu¤ado de hombres apasionados por este hobby. All¡ hablan de
sus comunicados, estudian las nuevas tendencias en lo que ahora es la
industria de la radioafici¢n a nivel mundial y tambi‚n debaten sobre el
funcionamiento de los cursos u otorgamientos de nuevas licencias para las
personas que se acercan a la actividad.

Eduardo Milhomens tiene 75 a¤os y lleva apenas ocho a¤os como radioaficionado,
aunque asegura que el inter‚s lo tuvo desde que era adolescente. "Creo que se
nace con esto; en mi casa, m s o menos por el a¤o 1953, hab¡a un viejo
receptor de radio valvular en onda corta. Ah¡ se escuchaba a los
radioaficionados y a m¡ me gustaba mucho; antes estaban las escuelas de radio
pero mi viejo nunca me incentiv¢. Hasta que el d¡a menos pensado me vine a
vivir justo en la esquina del Radio Club, cuando ya me hab¡a jubilado en la
empresa que trabajaba, as¡ que esa fue mi oportunidad y me anot‚", enfatiza
Milhomens mientras sus ojos destellan regocijo.

Luego de apagar los equipos, Alfredo Angeletti retoma la palabra y recuerda
sus or¡genes como radioaficionado. Tiene 60 a¤os y hace m s de treinta que
obtuvo la licencia para poder operar. "En Armstrong, donde yo nac¡, no hab¡a
quien se dedicara a esto y en esa ‚poca la actividad se aprend¡a como por
herencia. As¡ que a m¡ me gustaba la electr¢nica y hac¡a aparatos que nunca
funcionaban. Despu‚s me fui perfeccionando y la primera comunicaci¢n que logr‚
fue con Casilda", dice, con una sonrisa.

La radioafici¢n tiene varias facetas. Est n aquellos que se dedican a buscar y
conectar pa¡ses; luego de hacer el comunicado se solicitan mutuamente unas
tarjetas que certifican la comunicaci¢n. Otros se aplican de tal manera a las
comunicaciones satelitales que lograron establecer contacto con la estaci¢n
espacial internacional. Como ejemplo, vale recordar que el primer sat‚lite
argentino en ser enviado al espacio, el reconocido LU-SAT, fue hecho por
radioaficionados. A esta lista tambi‚n hay que agregarle los que a£n alimentan
una manera antigua de comunicarse pero no por ello menos eficaz, como lo es la
telegraf¡a.

Los radioaficionados tienen una sigla particular que los identifica, por lo
tanto cada uno de ellos es una estaci¢n de radio en s¡ mismo. "Entonces cuando
uno se presenta con su patente ya se sabe desde d¢nde est  transmitiendo. En
mi caso es LU8FDZ, y ah¡ el oyente sabe que LU pertenece a Argentina y la F a
la provincia de Santa Fe", explica Alfredo Angeletti.

LU8FM es la patente de Eduardo Milhomens, que adem s desempe¤a el cargo de
secretario del Radio Club Rosario. Su voz tiene un tono m s bien suave y
asegura que entre los pares tanto nacionales como internacionales se produce
una especial fraternidad. "Uno de los lemas de la radioafici¢n es que la
finalidad de este hobby es hacer amigos sin fronteras. A trav‚s del ‚ter se
establecen grandes amistades que duran para siempre", dice.

Alfredo Angeletti deja de lado por un momento la revista t‚cnica que estaba
hojeando y agrega: "A nosotros nos fascina la comunicaci¢n por la comunicaci¢n
misma. El comunicado consiste en eso, es decir, me comunico y le doy mi
domicilio para que me env¡e la tarjeta, ah¡ se termina. Despu‚s uno va
haciendo diferentes amigos y entonces se ponen de acuerdo en el horario y la
frecuencia para hablar, es como ir al bar", grafica.

Emisiones en la isla

Roberto Marinesco se considera un radioaficionado at¡pico. "Hace quince a¤os
atr s no ten¡a idea de todo esto ?cuenta?. Por mi trabajo como consignatario
de hacienda tuve la necesidad de tener un equipo de transmisi¢n". En esos a¤os
no proliferaban los celulares, entonces Marinesco conectaba un sistema al
tel‚fono de su casa que se ligaba a una radio "y si me llamaban a mi
domicilio, mediante otros sofisticados aparatos, yo pod¡a contestar desde
donde estuviese. Era un sistema donde pod¡a escuchar varias frecuencias y eso
solamente lo pueden hacer los radioaficionados". Una vez advertido de esto,
decidi¢ sacar la licencia solamente con el objetivo de trabajar con
tranquilidad y se top¢ con una grata sorpresa.

"Encontr‚ un mundo maravilloso e impensado en el que dos personas pod¡an
hablar de una punta a la otra del mundo con algo que se construyeron
pr cticamente ellos. Porque la comunicaci¢n es la £ltima parte de todo un
proceso que lleva armar la antena, el equipo y adem s proveerse de fuentes de
energ¡a", dice Marinesco. A partir de ese momento la radioafici¢n pas¢ a ser
tan importante para ‚l que instal¢ su propio equipo de comunicaci¢n en la
desembocadura del r¡o Carcara¤  y desde all¡ compite en concursos de nivel
internacional.

Tambi‚n tuvo la oportunidad de conocer la estaci¢n de radio que se encuentra
en las islas Gal pagos. "Fuimos invitados y participamos de un concurso de
radioaficionados. Realmente fue una experiencia £nica debido a que ellos
tienen una posici¢n geogr fica privilegiada a nivel de ondas, porque est n
cerca del Ecuador y en el medio del Pac¡fico", concluye.

El Radio Club Rosario cumpli¢ sus flamantes 80 a¤os y sigue respetando a
rajatabla su lema principal: "No importa la clase de licencia que tenga un
radioaficionado, sino qu‚ clase de radioaficionado tenga una licencia".

M s...Cuando se caen todos los sistemas ,La noche del Toro Salvaje de las
Pampas > <  > > >http://www.lacapital.com.ar< Articulo enviado por la Sra.
Gabriela Smith.-


Read previous mail | Read next mail


 07.11.2024 23:08:06lGo back Go up